En la familia de mi bisabuela Natalia hubo tres generaciones de perros que se llamaban Ami.
La primera Ami (abreviatura del nombre amigo/a) vivió durante la ocupación alemana de Polonia en la Segunda Guerra Mundial. "Era una perra muy lista y muy querida". Una noche que no volvió a casa tras su paseo vespertino por el jardín, mi bisabuelo, poniendo en peligro su vida, salió a escondidas a buscarla y la encontró en casa de los vecinos.
La segunda y la tercera Ami simplemente existieron y el relato de sus historias no trascendió. La huella emocional que dejó la primera Ami en la familia fue tan profunda que nombraron igual a los siguientes dos perros para que su legado perdurara.
Pero, ¿qué pasa con la identidad de Ami II y Ami III?, ¿qué tipo de personas le ponen el nombre de sus seres queridos a otros seres?, con lo complicado que es ya de por sí trabajar en psicoanálisis la diferenciación..
Mi bisabuela Natalia con Ami y los vecinos en el jardín de su casa. Natalia I "era muy simpática y cariñosa, olía a brezo y siempre guardaba un pañuelo de tela en el escote". Yo no.
Mi tío abuelo Janusz con Ami I o II en el bosque junto a su casa durante un paseo para recoger setas.
Mi abuela Lilka con Ami y con una amiga en el patio de su casa. Mi abuela se llamaba Maria pero cuando era pequeña le llamaban Marilka. Janusz, su hermano pequeño, en vez de Marilka le llamaba Lilka y se quedó con ese nombre.
Mi madre Ania con Ami II o III. Mi abuela llamó Ania a mi madre por una amiga suya que murió durante un campamento de vela. El barco volcó en el mar durante una tormenta y Ania I no pudo llegar a la orilla.
Esta semana, trabajando en mi proyecto, creé una nueva carpeta en el escritorio del ordenador con el nombre de Linus. Linus fue el segundo perro con el que conviví. Todavía no había buscado y reunido sus fotos. Me dolía hacerlo.
Mi exnovia Pepa y yo adoptamos a Linus en el año 2014. Nos separamos dos años después y decidimos que se quedara a vivir con ella en la casa que tenía en la playa.
Linus había sido abandonado en el garaje de una casa. Su antiguo “dueño” había muerto y el resto de la familia decidió darlo en adopción.
El día que fuimos a por él, nada más abrir la puerta del garaje, cogió la mantita sobre la que estaba recostado con la boca y se subió corriendo al coche. Le llamamos Linus por el personaje de Snoopy.
Ayer me llamó Pepa. Hacía mucho tiempo que no hablábamos. Me dijo que Linus había muerto.
Murió el mismo día en el que yo, aún sin saberlo, había empezado a reunir sus fotos.
Linus y yo en la escuela de vela cerca de donde vivíamos en el sur de España.
Mi abuela navegando en el norte de Polonia.
Repetición
Pulsión de repetición
Pulsión de repetición
Diferenciación
Distancia
Proximidad
Conexión
Vínculo
Separación
Pérdida
Búsqueda
Proyección
Reconstrucción
Restitución
Recolección
Espacio
Tiempo
Continuidad
Transformación
Consciente
Inconsciente
Recuerdo
Relato
Huella
Hogar
Nombre




Mi madre recogiendo setas y arándanos en el bosque en Mazury, Polonia.
Mi padre, “Tino”, se llama Valentín.
Valentín también fue mi abuelo y mi tatarabuelo.
A los hombres que no llamaron Valentín les pusieron nombres de mujer.
Como mi bisabuelo Rosario y mi tío abuelo Asunción.
Les llamaron así para que no les reclutaran en el servicio militar obligatorio.
De esta manera, podían quedarse como mano de obra para la familia en el campo.
Mi padre en el jardín de la casa de mis abuelos paternos en Luciana, un pueblo de La Mancha, en España.
Mi padre haciendo piragüismo en el río que pasa cerca de la casa del pueblo.
Mi padre y mi madre se conocieron en un curso de idiomas en Urbino, Italia.
Mi padre español y mi madre polaca, al principio de su relación, hablaban entre ellos en italiano.
Luego, mi madre, al ir a vivir a España aprendió también español.
Entre ellos se llaman "kicia", pronunciado kicha.
"Kicia" significa gatito/a en polaco.
En la casa del pueblo de mis abuelos paternos, donde viven ahora mis padres, hay una colonia de gatos.
Cuando mis padres fueron a vivir ahí, había algunos gatos que venían al jardín y mi madre empezó a alimentarlos.
A lo largo de los años, hasta que empezamos a esterilizarlos, tuvimos muchísimos gatos a los que pusimos nombres muy diferentes.
La primera camada de gatitos que nació en el jardín tenía nombres de setas:
Se llamaban Lepiota, Boleto y Trompeta de la muerte.
Lepiota aprendió a abrir las puertas y ventanas de la casa y solíamos encontrarla dentro de la cocina sirviéndose ella misma la comida.
Boleto y Trompeta desaparecieron un verano durante la época de celo.
Varios años después, Boleto, magullado y visiblemente enfermo, volvió a morir a nuestra casa.





"Tiny", registrada en su cartilla veterinaria como Valentina, vive ahora conmigo en Asturias.
Es nieta de Ameba e hija de Furia. Su madre y su abuela siguen viviendo en la colonia de la casa de mis padres.